domingo, 18 de enero de 2009

mixed tape

mierkoles 22 de febrero de 2007
"El Patadas". por El Cerdo en: http://elcerdo.blogspot.com/ (fragmento)

Monólogo de él
Tengo una novela deprimente en la cabecera de mi cama que leo cada vez que estoy feliz para que se me pase, tengo un saco de golpear en el ropero que agarro a patadas para no matarme y tengo una chica que no sabe que es mía, voy todos las noches al callejón de junto donde se reúnen unos chicos que se creen rudos para pelear, allí me paga para que le rompa el cerebro a uno y otro gringuito con ganas de golpear a alguien, no es que a mí me guste romper cerebros es solo a lo que me dedico, algunos roban y otros le venden drogas a los chicos que salen de la escuela, yo rompo cerebros, es menos inmoral.

5 de abril de 2008
"23 minutos". Por Bicho de Ciudad en : http://paginasdeunausente.blogspot.com/

Despertó vestido con un conjunto de camisa y pantalón de algodón que usaba los miércoles, jueves y viernes, para dormir. Se apoyó en el velador que estaba a su derecha, buscó sus franciscanas y se fue al baño. Cogió su mandíbula anciana, palpando una barba de tres días. Bajó sus manos y callado, empezó a verse frente al espejo, arrullado con el gotear del caño. Puso la misma cara triste de siempre, y queriendo darse lastima la consiguió. Sus ojos empezaron a botar lágrimas que carecían de verticalidad por desviarse en las arrugas de su rostro. Se mojó la cara y, alentado por una fatiga, apoyó sus manos en el lavatorio.“Creo que esa vez fue la última”.Había dicho hasta luego como últimas palabras para auqellas conversación y recibió un nos vemos como respuesta. Eran tiempos de desidia y risas irresponsables: de edades mantenidas. Así pasaron días, meses y empezó a pensar si aquella había sido la última vez. ¿Por qué ya no aparecía? Coleccionó horas en postales y sus pies a veces se convertían en témpanos pretendiendo el socorro. Hizo muchas cosas para disimular su espera.Y sus camisas se volvieron geométricas, y aparecieron pañuelos gastados en sus pantalones gastados con enmendaduras ya gastadas. Su espalda se cansó y cosechó cerros osificados. Los días hicieron que se dé cuenta que esos ya no eran sus lugares, que su edad ya no era adolescente; que la enfermera lavaba sus pañales y que la sopa cada vez le parecía más agradable. Así que se fue a esperar a otro sitio, porque eso era lo único decente que podía arrimarse a su inacción.“Creo que esa vez fue la última”.Ignorando sus asimilaciones de realidad, salió del edificio, se sentó en la banca de en frente y, tranquilizado por la sombra del naranjo, ejecutó una vez más el rito que llevaba décadas de existencia. Los cerebros suelen caminar y por eso se gastan cuando uno envejece, dijo alguna vez en sus años de adulto.Se levantó y resignado como los días anteriores al mediodía, inició el regreso al ostramiento en aquel edificio. Sus pies lo guiaban, indicándole que habría que cruzar nuevamente esa pista. Y a su cabeza vino nuevamente lo que había pensado en el baño.“Creo que esa vez fue la última”Y de repente, en medio de esa pista, sintió que algo tocaba su hombro. Era ella, pidiéndole que volteara, que había llegado. Y vio dos platos llenos de vació y manteles monocromos. Vio la misma armadura qué él había tocado para salvarle la vida. Cuando sintió que su hombro había sido tocado, vio todo. Iba a haber mucho de qué hablar. Estaba contento, porque aquella no había sido la última vez; porque a pesar de su edad después de todo, él podría seguir esperando.El camión aceleró dándose a la fuga, dejándolo tirado.

lunes 23 de abril de 2007
"frio". por Despotic T.O.D en: http://justmybloodypointofview.blogspot.com/

Cierro los ojos y regreso en el tiempo, uno dos tres... y estoy ahí contigo... uno dos tres y volví a despertar. Tengo frío, todo esta oscuro, es el invierno que quiere hacerse fuerte. Son las 6 dormí casi todo el día. Me estiro y siento la cama fría a mi paso, valientemente me alejo de la estela de calor que dejo mi cuerpo en la cama como quien no quiere entro al baño y me miro al espejo... la estática tiene una forma agradable de despeinarme.... sonrío... y me sigo sintiendo vacío... tu no estas. A medio camino hacia la cocina recuerdo que no tengo comida en la refri y decido sentarme en la compu a despejarme... enciendo el primer cigarrillo. Como un zombie paso ventana tras ventana sin hacer realmente nada, el equivalente a pasar las hojas del periódico cuando uno mira por la ventana, no se si les sucedió alguna vez, tampoco importa. En el transcurso bebo agua y esta fría, igual que el suelo... se me entumecen los pies. En este punto vuelvo a tu recuerdo como parpadeando, buscando calor en algo, todo es frío incluso tu imagen, y mis dedos recorren el monitor como buscando calentarlo. Sigo buscando calor en mí... Vuelvo más allá al día que te dejé. Y como por arte de magia... o mejor aun un milagro... calor. Pequeñas gotas de calor... no importa cuanto frío tengas, las lagrimas siempre son tibias.

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